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As the last U.S. military planes carrying troops have left Afghanistan, it would be naive to assume that the war is “officially over.” The truth is this decades-long violence is far from over, and its impact will be felt for generations to come. And just as the 24-hour news cycle has failed to cover the toxic legacy of the so-called global war against terror has had on Iraqis, so too, will Afghanistan slowly disappear from headlines. Meanwhile U.S. drones will continue to fly over Afghan skies and Special Operations Forces will continue to wage clandestine warfare on Afghan lands. Our responsibility is to remind elected officials that the U.S. has a reparative responsibility in this moment. The peace movement has to reignite around justice for Afghanistan and diasporic movements are making sure the American public does not forget. 

All over the world, grassroots anti-war movements are vigilant and ready to hold the U.S. accountable for the reparations that are owed after 20 years of imperialist occupation of Afghanistan. We will remain steadfast in this demand! Over the weekend, diasporic communities and the grassroots anti-militarization movement took to the streets in cities across the U.S., and our international allies at the World March of Women (WMW) have put out a call for a day of action today. We join this grassroots feminist call with  our demilitaRISE membership to rise up for the human rights of Afghan people. 

“Women and children are the first victims, along with poor and racialized communities, of any armed conflict. We have experienced the consequences of military interventions by NATO forces and now the irresponsible withdrawal of U.S. troops shows that the Afghan people live in terrible poverty. Recent U.S. presidents, from George W. Bush, who initiated the occupation of Afghanistan with lies, to Biden, deserve to be held accountable before an International Court of Justice for their crimes. The destruction they have created is immeasurable, it shows that for imperialism the peoples and our ways of life in our territories are expendable,” noted a statement of WMW. 

As a catastrophic refugee crisis accelerates, our demilitaRISE member, the Arab Resource Organizing Center, began coordinating legal resources for the Afghan community living in the San Francisco Bay Area. This past Saturday, AROC’s membership took to the streets of San Francisco along with hundreds of Afghan diasporic community members and their allies to denounce U.S. imperialism.  

“Palestinians for a free Afghanistan! AROC and General Union of Palestinian Students –SFSU today at United Afghan Association protest for Afghanistan. A powerful showing of communities rising up against the ravages of US Imperialism.” IG: @aroc_bayarea 

Our member, About Face: Veterans Against the War also joined in solidarity in Washington D.C., as part of globally coordinated actions in nearly 34 cities to support women’s rights and safety,  access to education and health, freedoms of speech and press. “Our members are at direct actions across the nation today urging this administration to #StopKillingAfghans—from Erik Prince charging $6,500 to airlift people out of Kabul to immigration charging $575 per refugee application to only help those who aided U.S. occupation instead of helping the most vulnerable leave Kabul, this administration must do better and follow the lead of the Afghan diaspora here.” 

GGJ is honored to be a part of the Feminist Peace Initiative, launched last year to center the leadership of the abolitionist and demilitarization grassroots movements that reimagines U.S. foreign policy from endless war mongering to conscious diplomacy and peace. The Feminist Peace Initiative, led by Women Cross DMZ, MADRE and GGJ, also calls for a reparative approach to hold the U.S. accountable for the 20-year occupation. “Afghanistan’s collapse and the takeover by the Taliban must not signal the end of U.S. responsibility. After two decades of failed and destructive war-making, a U.S. response must be rooted in reparation and accountability for the people of Afghanistan,” noted a statement from MADRE. “Ultimately, the U.S. spent almost 1,000 times more money on its military intervention than on women’s rights efforts.”

We echo these demands of MADRE from the Biden Administration:  

  • The Biden Administration must support a ceasefire, including an end to continued U.S. bombing and a call for those controlling territory to ensure the safety and wellbeing of those living within it.
  • The U.S. must support the rapid establishment of a humanitarian corridor to facilitate aid delivery, with the guidance and leadership of local women’s organizations.
  • The U.S. must also urgently provide visas, refugee resettlement and evacuation flights—including for women human rights defenders, peace builders and journalists—and coordinate with other members of the international community to do the same.

Join the Feminist Peace Initiative on September 21 for a discussion with grassroots feminists, including Afghan, Iranian, Iraqi and Korean organizers and war veterans, working to transform U.S. foreign policy from militarism and endless wars to an intersectional feminist understanding for peace and justice. 

Additional resource: Please read Vijay Prashad’s article in the Tricontinental on how Afghan people will bear the brunt of a failed U.S. occupation. 


Un llamado a las reparaciones y la rendición de cuentas de Estados Unidos en Afganistán

Aunque que los últimos aviones militares estadounidenses que transportaban tropas han salido de Afganistán, sería ingenuo suponer que la guerra “ha terminado oficialmente”. La verdad es que esta violencia de décadas está lejos de terminar y su impacto se sentirá en las generaciones venideras. Y así como el ciclo de noticias de 24 horas no ha logrado cubrir el legado tóxico de la llamada guerra global contra el terrorismo que ha tenido en los iraquíes, Afganistán también desaparecerá lentamente de los titulares. Mientras tanto, los drones estadounidenses continuarán volando sobre los cielos afganos y las fuerzas de operaciones especiales continuarán librando una guerra clandestina en tierras afganas. Nuestra responsabilidad es recordar a los funcionarios electos que Estados Unidos tiene una responsabilidad reparadora en este momento. El movimiento por la paz tiene que reavivar en torno a la justicia para Afganistán y los movimientos de la diáspora se están asegurando de que al público estadounidense no se le olvide.

 En todo el mundo, los movimientos de base contra la guerra están atentos y dispuestos a responsabilizar a Estados Unidos por las reparaciones que se deben después de 20 años de la ocupación imperialista de Afganistán. ¡Seguiremos firmes en esta demanda! Durante el fin de semana, las comunidades diaspóricas y el movimiento antimilitarista popular salimos a las calles en ciudades de los EE. UU., y nuestros aliados internacionales en la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) hicieron un llamado para un día de acción hoy. Nos unimos a este llamado feminista de base con y con  nuestra membresía de desmilitarizar para levantarnos por los derechos humanos del pueblo afgano.

“Las mujeres y los niños son las primeras víctimas, junto con las comunidades pobres y racializadas, de cualquier conflicto armado. Hemos experimentado las consecuencias de las intervenciones militares de las fuerzas de la OTAN y ahora la retirada irresponsable de las tropas estadounidenses demuestra que el pueblo afgano vive en una pobreza terrible. Los presidentes estadounidenses recientes, desde George W. Bush, que inició la ocupación de Afganistán con mentiras, hasta bien Biden, merecen rendir cuentas ante una corte internacional de justicia por sus crímenes. La destrucción que han creado es inconmensurable, muestra que para el imperialismo los pueblos y nuestras formas de vida en nuestros territorios son prescindibles ”, señaló un comunicado de la MMM.

A medida que se acelera la catastrófica crisis de refugiados, nuestro miembro  de desmilitarizar, el Centro de Organización de Recursos Árabes (AROC por sus siglas en Inglés), comenzó a coordinar los recursos legales para la comunidad afgana que vive en el Área de la Bahía de San Francisco. El sábado pasado, los miembros de AROC tomaron las calles de San Francisco junto con cientos de miembros de la comunidad diaspórica afgana y sus aliados para denunciar el imperialismo estadounidense.

“¡Palestinos por un Afganistán libre! AROC y la Unión General de Estudiantes Palestinos –SFSU hoy en protesta de la Asociación Afgana Unida por Afganistán. Una demostración poderosa de comunidades que se levantan contra los estragos del imperialismo estadounidense”. IG: @aroc_bayarea

Nuestro miembro, About Face: Veteranos contra la Guerra también se unió en solidaridad en Washington D.C., como parte de acciones coordinadas a nivel mundial en casi 34 ciudades para apoyar los derechos y la seguridad de las mujeres, el acceso a la educación y la salud, las libertades de expresión y prensa. “Nuestros miembros están en acciones directas en todo el país hoy instando a esta administración a que #dejendeasesinarAfganos.  Mientras que Erik Prince cobra $ 6,500 para transportar personas fuera de Kabul y la oficina inmigración que cobra $ 575 por solicitud de refugiado para ayudar sólo a aquellos que ayudaron a la ocupación estadounidense en lugar de ayudar a los más vulnerables dejar Kabul, esta administración tiene mucho que mejorar y debe seguir  las directivas de diáspora afgana para hacer esas mejoras “.

GGJ tiene el honor de ser parte de la Iniciativa de Paz Feminista, lanzada el año pasado para centrar el liderazgo de los movimientos de base abolicionistas y de desmilitarización para reinventan la política exterior Estadounidense de las guerras sin fin hacia la diplomacia conciente y la paz.  La Iniciativa de Paz Feminista, liderada por Women Cross DMZ, MADRE y GGJ, también pide un enfoque reparador para responsabilizar a Estados Unidos por los 20 años de ocupación. “El colapso de Afganistán y la toma del poder por los talibanes no deben indicar el fin de la responsabilidad de Estados Unidos. Después de dos décadas de guerra fallida y destructiva, la respuesta de Estados Unidos debe basarse en la reparación y la responsabilidad del pueblo de Afganistán ”, señaló un comunicado de MADRE. “En última instancia, Estados Unidos gastó casi mil veces más dinero en su intervención militar que en los esfuerzos por los derechos de las mujeres”.

Hacemos eco a estas demandas de MADRE hacía la Administración Biden:

  • La Administración Biden debe apoyar un alto al fuego, incluido el fin de los continuos bombardeos estadounidenses y un llamado a quienes controlan el territorio para garantizar la seguridad y el bienestar de quienes viven en él.
  • Estados Unidos debe apoyar el rápido establecimiento de un corredor humanitario para facilitar la entrega de ayuda, con la orientación y el liderazgo de las organizaciones locales de mujeres.
  • Estados Unidos también debe proporcionar urgentemente visas, reasentamiento de refugiados y vuelos de evacuación, incluso para mujeres defensoras de derechos humanos, constructores de paz y periodistas, y coordinar con otros miembros de la comunidad internacional para hacer lo mismo.

Únase a la Iniciativa de Paz Feminista el 21 de septiembre para una discusión con feministas de base, incluidas organizadoras afganas, iraníes, iraquíes y coreanas y veteranas de guerra, que trabajan para transformar la política exterior de Estados Unidos del militarismo y las guerras interminables a una comprensión feminista interseccional de la paz y la justicia.

Recurso adicional: lee el artículo de Vijay Prashad en el Tricontinental sobre cómo el pueblo afgano soportará la peor parte de una ocupación estadounidense fallida.